El avance republicano durante la jornada del 6 de enero fue muy importante. Mientras la 70 División se extendió por el flanco izquierdo hasta Mano de Hierro, la 10 se situó en las estribaciones de Tejonera comenzando el envolvimiento del cerro Mulva, la 47 División se quedó a medio camino entre Valsequillo y Fuente Obejuna, y la Agrupación "Toral", junto con la columna "F", rebasaron el pueblo de Los Blázquez y se quedaron en el cerro Coscojo, junto al río Zújar.

Franco prestó considerable atención a esta ofensiva, prueba de ello es que, el mismo 6 de enero ordenó el envío de tres divisiones completas al sur de Badajoz (la 74, la 81 y la 40), además de un regimiento de la 71, creando una agrupación, al mando del general García Escámez.
El día 19 las líneas republicanas habían perdido parte de su penetración hasta el norte y se situaban en Pilón de los Arcos, vértice Cadena y Puerto Urraco, extendiéndose hacia el oeste por los vértices Risco, Castillejo y Sancha, defendiendo Peraleda y Los Blázquez.

El día 23 de enero supuso el término de la tercera fase de la batalla, cuando al fracasar el último intento republicano sobre el vértice Moritos y Mataborracha, cesó toda capacidad ofensiva. El mismo día las tropas franquistas de la Agrupación Escámez llegaban por todas partes al río Zújar, dejando limpio el territorio de Badajoz de cualquier presencia republicana. Más aún, la 81 División inición el paso del río por los caminos de Peraleda a Valsequillo y a Los Blázquez.
El día 24 los franquistas presionaron decididamente en dirección a Los Blázquez, considerando objetivo principal los cerros del Coscojo y del Cambrón. Una columna atacó por el norte de esta línea montañosa, en dirección a Valsequillo, y otra columna por el sur, en dirección a Los Blázquez, rebasando por los flancos las posiciones republicanas de cerro Coscojo. La ocupación de Cerro Coscojo se llevó a cabo por medio de un golpe de mano en la madrugada del 24, a cargo del 8º. Tabor de Regulares de Larache, de la 81 División, que se infiltró por las vaguadas del cerro, sorprendiendo y envolviendo a un total de tres batallones republicanos.

Comenzó, en medio de la noche, una lucha infernal, en la que, según el parte nacionalista, los republicanos que no murieron cayeron prisioneros, desde el primer mando al último soldado; es decir, 700 muertos y 600 prisioneros en el fatídico cerro. Las bajas franquistas debieron ser cuantiosas.

La 74 División, apoyada por la artillería de la 11 División desde el Torozo, avanzó a lo largo del día y relevó a la 81 en la zona del Coscojo. Más al flanco derecho progresó la 40 división franquista venciendo la resistencia de la república y apoderándose de las lomas al suroeste de Los Blázquez, mientras la caballería ocupó las sierras Herrera y Ducado.

El 25 de enero, por el camino de Peraleda a Los Blázquez avanzaba la 81 División y a su derecha, la 40, con poca resistencia. Esta última fue la que se apoderó de Los Blázquez el citado día, tras un desesperado esfuerzo de los republicanos de conservar el pueblo.

Dato importante a señalar es que en Los Blázquez, al igual que en La Granjuela y Valsequillo, también hubo un campo de concentración. Un estudioso del tema, Joan Llarch, habla de que al terminarse la contienda había más de 21000 prisioneros entre Los Blázquez, Valsequillo y La Granjuela, y que se organizó otro campo de concentración en Cerro Muriano para 15000 excombatientes más.
Fue Los Blázquez pueblo muy castigado por la Guerra Civil, como sus limítrofes; cambió varias veces de manos y sufrió estragos. Así que en la posguerra Regiones Devastadas se volcó en su reconstrucción, y es patente su huella arquitectónica en calles como Córdoba, Julio Romero de Torres y en la propia iglesia parroquial.